jueves, 15 de julio de 2010

Los cuentos de Don Pascual

Muchas noches, antes de ir a dormir, mi padre me narraba un cuento.
Entre delirios inventivos e intentos desesperados por lograr mi "tengo sueño" una noche le dio en la tecla con un personaje que me robó el corazón.
Don Pascual. El hombre que hacía dormir a cualquier niño.
Este anciano, alto, pelado, con una gran barba amarilla que hacía las veces de turbante, vivía en una casita en el Cerro de Montevideo.
Dormía durante el día porque cada caída del sol significaba para él un nuevo desafío. Sus noches eran muy largas.
Pero Don Pascual amaba su trabajo.
Una de las cosas que más me gustaba era su bicicleta. Era una de esas bicis con una rueda gigaaante y otra más pequeña. En un costado, Don Pascual tenía una gran mochila que oficiaba de alacena por si en el trayecto se le antojaba un bocado o tenía sed. En el otro, llevaba un baúl de gran capacidad con los artefactos más insólitos; juguetes de toda clase, instrumentos musicales caseros, libros y otras especies. Por supuesto, esa gran bicicleta que él mismo fabricó, tenía además su paraguas incluído y una radio sintonizada en AM; allí escuchaba sus boleros y tangos favoritos. Tarareando acortaba caminos.
Lo cierto es que este señor era famoso en toda la ciudad. Todas las noches recibía cientos de pedidos y demandas de padres agotados: "... es que María tiene miedo Don Pascual, ve monstruos en la oscuridad, se quiere pasar a nuestra cama pero creemos que ya está grande, sólo duerme con la luz prendida y ya no damos a basto con la cuenta de UTE"..."...¡Ay Don Pascual!, resulta que Pablo sólo duerme con un osito de peluche que perdimos hoy en la feria...llora y no podemos consolarlo...necesitamos de su creatividad e ingenio...¿podría venir esta noche por favor?...".
Ante estas solicitudes Don Pascual nunca se rendía. Y ahí venía la mejor parte. El diálogo con los niños, el baúl que se abría y ZZZzzzzzz...asunto terminado.

Mi padre siempre se las arreglaba para que cada historia de Don Pascual fuera única. Si me concentro un poco todavía puedo escucharlo narrarlas. De esos lujos que me da la memoria...

6 comentarios:

  1. "De esos lujos que me da la memoria". Que impresionante eso de escuchar un cuento antes de dormir, que costumbre linda. Yo por mi parte y no se porque razón, me quedó grabado "Cuentos de la Selva - El loro Pelado" de Horacio Quiroga.

    Creo que voy a dedicar mis próximos minutos a buscar imágenes. Andá a saber donde está el original.

    Saludos vale..
    A Don Pascual también..

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  2. felicitaciones de corazòn, me quedè con las ganas de ver algo de ese baùl, por favor seguì, un abrazo Meche

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  3. De pronto el tiempo no pasó.Y en la bicicleta de Don Pascual me fui contigo y con él.Y el alma se llenó de emociones y fluyó... como los objetos del baúl de Don Pascual y... podría como vos oirlo y contener la risa contra la almohada recordando aquellas mágicas historias que te nutrieron de amor y ahora nos alimentan el alma. Te quiero. Mamá

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  4. Ultimamente me emociono por todo che!!! Que lindoooo!!
    Besotes enormes, Isoku

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  5. Si he conocido las historias de Don Pascual... realmente no recuerdo. Pero si recuerdo la risa del aquel hombre, quien las narraba. Supongo que con eso la memoria me regala bastante, no?

    Te adoro
    Fer.

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  6. ¡Qué lindo esto que estas haciendo Vale! Me encanta... capullos y mariposas? da para pensar bastante sólo con el título
    Besos Irene

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